Collares eléctricos de adiestramiento para perros: ¿son recomendables? Consejos y opiniones de los expertos

Todo lo que debes saber

Collares eléctricos de adiestramiento para perros

Escrito por Marta Rodríguez

Artículo actualizado el 11/11/2021

Los collares eléctricos de adiestramiento para perros se están convirtiendo en una herramienta cada vez más utilizada. Últimamente es bastante habitual ir al parque y ver a algún perro que lleva uno de estos collares, que sus compañeros humanos utilizan para todo tipo de cosas: para que vengan cuando los llaman, para que no tiren de la correa, para que no coman cosas del suelo, para que no ladren a otros perros, para que no se suban encima de la gente…

Actualmente, cualquiera puede comprar un collar eléctrico para perros, ya que están a la venta en muchas tiendas de productos para animales, y a precios muy asequibles, y muchas personas los adquieren esperando solucionar los “problemas” de sus perros prácticamente por arte de magia.

Sin embargo, cada vez son más los países que prohíben su uso total o parcialmente, como Italia, Suiza, Austria, Alemania, parte de Australia, Gales, Escocia, Canadá y, recientemente, Reino Unido. En España, ya hay algunas Comunidades Autónomas que han regulado el uso de este tipo de collares, prohibiéndolos o limitando su utilización, como La Rioja, Galicia, Valencia, Madrid o Ceuta. Y es que se trata de instrumentos muy polémicos.

En MascotaPro no nos gusta recomendar nada que pueda perjudicar a nuestros peludos y, ante la perspectiva de escribir un artículo sobre este tipo de collares de adiestramiento para perros, hemos decidido consultar con varios profesionales de la educación canina, para que nos cuenten su opinión sobre estos dispositivos. Pero antes de ver lo que opinan los expertos veamos en qué consisten exactamente los collares eléctricos de adiestramiento.


Nota: también hemos elaborado un post en el que los expertos en comportamiento canino nos dan su opinión sobre los collares antiladridos (parecidos a los eléctricos de adiestramiento, pero con funcionamiento automático). Y, si lo que buscas son collares de tipo tradicional para tu peludo, no dejes de echarle un vistazo a nuestro post de los mejores collares para perros.

¿Qué es y cómo funciona el collar eléctrico de adiestramiento para perros?

Los collares eléctricos para perros cuentan con una pequeña caja con dos electrodos que deben estar en contacto con la piel del cuello del can, y a través de los cuales se le administran impulsos eléctricos de distinta intensidad y duración, que se envían a través de un mando a distancia, con el objeto de corregir o castigar una conducta indeseada.

Los primeros collares eléctricos surgieron en los años sesenta, con el objetivo de entrenar a perros de caza, pero estos primeros modelos suministraban una descarga demasiado fuerte, por lo que no resultaban eficaces para el adiestramiento.

Con el paso de los años, se han ido perfeccionando y bajando la intensidad de las descargas. Actualmente, este tipo de dispositivos suelen incluir varios modos de uso y, además de suministrar descargas eléctricas, también pueden utilizarse en modo vibración o sonido. En todos los modos podremos configurar la intensidad que queremos aplicar.

¿Son buenos para nuestros perros los collares eléctricos? Las opiniones de los expertos

Ante la controversia que despiertan los collares eléctricos de adiestramiento, hemos decidido que lo mejor es preguntar sobre la conveniencia o no de usarlos a quienes mejor pueden conocer su efectividad y las consecuencias que puede tener su uso en nuestros perros.

Para ello, hemos contactado con varios profesionales expertos en comportamiento canino, y les hemos planteado varias preguntas. Éstos son los profesionales que han colaborado con nosotros en este artículo, y sus opiniones sobre los collares eléctricos.

La opinión de Comunicación y Respeto sobre los collares eléctricos de adiestramiento

Sobre Comunicación y Respeto:

Comunicación y Respeto

Comunicación y Respeto es un proyecto de Irene Pérez Piñel, etóloga y veterinaria, que lleva más de veinte años trabajando con perros. En su página web pone a disposición de sus lectores varias herramientas para ayudarnos a quienes compartimos nuestra vida con perros a resolver cualquier problema que podamos tener, para así mejorar nuestra convivencia. Podrás encontrar desde un blog, hasta libros y cursos personalizados. Ésta es su opinión.

¿Crees que son eficientes los collares eléctricos de adiestramiento?

Bueno, define “eficientes”, jajaja. En determinadas conductas, el collar eléctrico resulta eficaz para que el humano consiga lo que él quiere. Sin embargo, debido a la propia naturaleza del collar, los efectos colaterales son importantes, y a menudo pueden ser peores en su manifestación que la conducta que se trataba de modificar.

¿Pueden los collares eléctricos de adiestramiento provocar dolor físico a nuestros perros?

Pueden: un collar eléctrico es eso, una cajita sujeta a una correa que se ajusta alrededor del cuello del animal, y que suelta descargas eléctricas cuando se presiona un botón.

Es raro que produzcan lesiones físicas visibles, pero dolor desde luego pueden producir. De hecho es la razón por la que funcionan (hablando del plano físico): porque generan dolor. Si yo meto un dedo en un enchufe no tengo ni un arañazo, pero el dolor que me produce es suficiente para que no vuelva a tocar un enchufe en mi vida.

¿Pueden los collares eléctricos de adiestramiento provocar daños psicológicos a nuestros perros?

Aquí es donde estos dispositivos resultan más lesivos. El daño emocional es muy difícil de medir, y para mucha gente, muy difícil incluso de apreciar, puesto que a menudo ni siquiera saben interpretar el lenguaje corporal de su perro.

Un perro que bosteza tiene sueño, uno que se sienta y eleva la pata es muy mono, y si se lame la nariz se está relamiendo. Si hace todo esto tras una descarga eléctrica, la interpretación sigue siendo la misma, cuando lo que dice el perro en realidad es “esto me está superando, estoy nervioso y no sé cómo gestionar el momento, ¡socorro!”.

Poca gente vería ahí el daño que se está empezando a hacer al perro a nivel emocional. Y por lo tanto, si no lo veo, no está ocurriendo. Es inocuo, “no hace daño”.

Pero es la segunda razón por la que funcionan para ciertas situaciones: su uso produce miedo. Miedo a la conducta realizada, miedo al contexto en que ocurre la descarga, miedo a lo que se cruza por delante en ese mismo instante… cuando el miedo es muy intenso, coloniza toda la vida del perro, y se manifiesta en forma de múltiples conductas inadecuadas. Que no son otra cosa que manifestaciones de miedo.

Así que en los supuestos en los que el collar eléctrico es efectivo para manejar ciertas conductas o “adiestrar”, es porque duele y produce miedo. Se use como se use, ese es el efecto. Puede que te sirva para lograr lo que TÚ quieres, pero ¿a qué precio?

En definitiva, ¿hay alguna circunstancia en la que recomendarías utilizar un collar eléctrico de adiestramiento?

No. Un collar eléctrico es una oferta atractiva para muchos por un sencillo motivo: te promete resolver un problema que te preocupa o te molesta de un modo rápido y sin esfuerzo.

Sólo tienes que apretar un botón. Y ya. Sin conocimiento de ningún tipo, sin determinar la razón por la cual tu perro se comporta así, sin tener que dedicar tiempo a aprender sobre comunicación corporal, necesidades caninas, emociones y sus conductas asociadas, y sobre todo, lo más importante, sin que tú tengas que esforzarte y hacer cambios en ti mismo ni en tu día a día, ni en tu modo de manejar a tu perro.

Sólo tienes que apretar un botón.

Además te exime de toda responsabilidad: tu perro se porta mal, y por lo tanto procede un castigo. Tú no tienes nada que ver con las conductas que desarrolla tu perro, la culpa es solo suya, es a él a quien hay que corregir. Lo cual por cierto no es verdad. Es una alternativa muy acorde con los tiempos que vivimos, en los que todo se consigue a golpe de click, y al instante, sin esfuerzos, sin tener que pensar o cambiar. Que cambie el otro.

Eso lo hace muy popular, claro. Pero en última instancia sois tu perro y tú, sois un equipo, y hay una relación emocional entre ambos. Y eso requiere trabajo diario, esfuerzos, conocimientos, ensayos y errores, aprendizajes constantes y concesiones. Y sobre todo, empatía y amabilidad con tu perro. Y nada de eso se logra con un collar eléctrico.

La opinión de LealCan Adiestramiento sobre los collares eléctricos para perros

Sobre LealCan Adiestramiento:

LealCan Adiestramiento

LealCan Adiestramiento es una empresa que cuenta ya con más de veinticinco años de experiencia en el sector del adiestramiento canino. A lo largo de todos estos años, han formado un equipo de adiestradores especialistas en educación canina a domicilio y desarrollan sus servicios principalmente en Madrid. Hemos hablado con Enrique Solís, Director de LealCan y Presidente de la Asociación LealCan de Integración Canina. Esto es lo que nos ha contado.

¿Crees que son eficientes los collares eléctricos de adiestramiento?

No solo no son eficientes sino que son dañinos y crueles si se usan en el adiestramiento canino, pudiendo llegar a crear muchos efectos secundarios perjudiciales para nuestro compañero de cuatro patas. Por suerte en la Comunidad de Madrid están prohibidos y esperamos que esta normativa se amplíe a toda España y a todo el mundo en cuanto la sociedad siga evolucionando en bienestar animal. Ya están prohibidos en muchos países.

¿Pueden los collares eléctricos de adiestramiento provocar dolor físico a nuestros perros?

Claro que provocan dolor físico directo, pero lo que más nos preocupa son las secuelas psicológicas que pueden ir asociadas a su uso. Tenemos muchos ejemplos de perros que se han escapado corriendo por el miedo que les supone la descarga y que se alejan todo lo posible de su guía en cuando descubren que la descarga se produce en su presencia, consiguiendo el efecto contrario al que se desea cuando se utilizan para, por ejemplo, trabajar la llamada.

¿Pueden los collares eléctricos de adiestramiento provocar daños psicológicos a nuestros perros?

Rotundamente sí. Ponemos otro ejemplo para que se entienda mejor: muchas veces el perro al recibir la descarga eléctrica, la relaciona con algo de su entorno, de una forma tan fuerte que no quieren volver a pasar nunca por el lugar donde la recibieron. Estas asociaciones, si no se trabajan después con técnicas de educación canina en positivo, pueden quedar fijadas de por vida.

Este tipo de collares pueden reprimir ciertos comportamientos, pero no dan ninguna alternativa al perro, por lo que es muy probable que aumenten sus niveles de frustración y estrés y cambie un comportamiento no deseado por uno peor.

Además del riesgo de que sean usados por personas sin ningún tipo de conocimiento del comportamiento canino y no sean consecuentes en su uso, por lo que el perro no podrá asociar el dolor con un comportamiento concreto para poder evitarlo, lo que puede llevar a miedos generalizados y que cada vez se relacionen menos con otros perros, con humanos o con su entorno.

En definitiva, ¿hay alguna circunstancia en la que recomendarías utilizar un collar eléctrico de adiestramiento?

No hay ninguna razón que justifique su uso. Los educadores caninos que entrenamos en líneas de adiestramiento en positivo, tenemos herramientas suficientes para afrontar cualquier problema de comportamiento sin necesidad de utilizar ningún método tan poco ético como el collar eléctrico para su solución.

La opinión de Arbesú Educadores Caninos sobre los collares eléctricos de adiestramiento

Sobre Arbesú Educadores Caninos:

Arbesú Educadores Caninos

El método de trabajo de Arbesú Educadores Caninos tiene como premisa el respeto al perro. La empresa está ubicada en Oviedo y trabajan a domicilio por toda la zona del Principado de Asturias. Esto es lo que nos ha contado su responsable, Ramón Fernández.

¿Crees que son eficientes los collares eléctricos de adiestramiento?

En Arbesú Educadores Caninos no usamos y desaconsejamos los collares eléctricos, pues en nuestra opinión no educan, lo único que hacen es anular la manifestación de un problema, pero no el problema en sí, por lo tanto no consideramos que sean eficientes. 

El error de base al usar este tipo de collares es pensar que al anular un comportamiento se soluciona el problema. Sería como si, por ejemplo, tú tuvieras miedo a volar en avión y cada vez que te quejases para manifestar tu temor, te dieran una descarga eléctrica. De ese modo, te quedarías quietecito y calladito pero, ¿se habría solucionado el problema? Evidentemente no: tú seguirías teniendo miedo a volar, lo único es que ya no lo manifestarías, con lo que tu estrés aumentaría aún más.

En el caso de los perros es lo mismo. Con un collar eléctrico podríamos cortar o eliminar una conducta (a veces, que no siempre). Pero aunque, aparentemente, hayamos solucionado el problema, éste acaba siempre explotando por otro lado en otra ocasión.

¿Pueden los collares eléctricos de adiestramiento provocar dolor físico a nuestros perros?

Evidentemente sí, dependiendo de la sensibilidad del perro y de la intensidad de la descarga pueden causar molestias e incluso dolor. Además pueden causar necrosis por presión en la piel del cuello. No olvidemos que en esa zona del cuello pasan multitud de órganos importantes: pelo, piel, músculos, médula espinal, nervios, órganos linfáticos, arterias, venas, sistema simpático y parasimpático, etc…

¿Pueden los collares eléctricos de adiestramiento provocar daños psicológicos a nuestros perros?

Rotundamente sí. El uso de estos collares provocan un aumento de estrés, ansiedad, estereotipias (conductas repetitivas), nerviosismo o imprevisibilidad, entre otras cosas. No olvidemos que el aumento de estrés puede llevar consigo un aumento de problemas de conducta, que puede incluso desembocar en agresiones, empeorando finalmente el problema que queríamos solucionar en un principio con su uso.

Un estudio científico llevado a cabo por Jonathan J. Cooper, del grupo de Comportamiento Animal de la Universidad de de Lincoln (Reino Unido) sugiere que «no hay ningún beneficio consistente que se pueda obtener a partir del adiestramiento con los collares eléctricos y, en cambio, existen importantes preocupaciones sobre el bienestar de los animales en los que se aplica estos dispositivos en comparación con el entrenamiento basado recompensa positiva».

En definitiva, ¿hay alguna circunstancia en la que recomendarías utilizar un collar eléctrico de adiestramiento?

No, ya que su método de adiestramiento se basa en el castigo, y el problema de los castigos, sean cuales sean, es que en la mayoría de los casos lo que hacen es aumentar la inseguridad de los perros, aumentando sus miedos, su estrés, y su irritabilidad, haciéndolos dependientes e inseguros, y propiciando que aparezcan más problemas a la larga, como pueden ser la agresividad, el ladrido excesivo o la ansiedad, Esto se ha documentado en diversas especies (descrito en Blackwell y Casey, 2006) y se magnifica si ya está en medio de un ataque (o mostrando agresividad). Fuente: Grupo de Etología Clínica de AVEPA (GrETCA).

La opinión de Conecta Adiestramiento sobre los collares eléctricos para perros

Sobre Conecta Adiestramiento:

Conecta Adiestramiento

El responsable de Conecta Adiestramiento es David Montero, con el que hemos hablado para elaborar este artículo. Su método de trabajo se basa en la etología y la psicología canina, y entiende el adiestramiento de perros como una actividad conjunta, basada en el entendimiento mutuo, para así lograr una estupenda relación humano-perro. En Conecta Adiestramiento trabajan a domicilio, en Valencia y alrededores. Ésta es su opinión.

¿Crees que son eficientes los collares eléctricos de adiestramiento?

Pueden ser eficientes si lo que se busca es castigar un comportamiento. Pero no consideramos que sea ético y por ello no abogamos por su uso.

¿Pueden los collares eléctricos de adiestramiento provocar dolor físico a nuestros perros?

Si se usa en modo vibración será molesto. Dependiendo de la intensidad de la corriente pasará de ser molesto a provocar dolor al perro.

¿Pueden los collares eléctricos de adiestramiento provocar daños psicológicos a nuestros perros?

Como cualquier herramienta de carácter aversivo, hay más probabilidades de causar daños a nivel emocional en nuestros perros.

En definitiva, ¿hay alguna circunstancia en la que recomendarías utilizar un collar eléctrico de adiestramiento?

Lo que hay que hacer es trabajar en la educación del perro para que sepa cómo comportarse y lo que debe hacer. De este modo evitaremos basarnos en el castigo de forma recurrente.

Un collar eléctrico podría ser útil, utilizándolo en modo vibración, en el caso de tener un perro sordo. De esta manera, en un momento dado, le podemos indicar que nos preste atención. Siempre tras haber trabajado con comida para enseñarle lo que significa esta vibración. (Aprende más aquí sobre el cuidado de perros sordos).

Mejores alternativas a los collares eléctricos de adiestramiento para perros

A estas alturas nos ha quedado ya muy claro que los collares eléctricos de no son una buena opción para solucionar los problemas que pueda tener nuestro perro. Por eso hemos pedido a los expertos que han colaborado en este artículo que nos den alguna alternativa a estos dispositivos. ¿Qué debemos hacer para conseguir solucionar los problemas de comportamiento de nuestros perros?

Para Irene Pérez Piñel, de Comunicación y Respeto, esa pregunta tiene una difícil respuesta, ya que depende de cuál sea el objetivo a conseguir. En este sentido, dice que habría que diferenciar dos términos:

  • Adiestramiento: proceso en el cual realizamos una asociación entre una palabra o señal y una acción que el perro debe ejecutar (o dejar de ejecutar). Sentarse, venir a la llamada, dar la pata, portar objetos o hacer una pista de Agility son ejemplos de adiestramiento.

  • Educación: manejo y herramientas que ponemos a disposición de nuestro perro para enseñarle a gestionar sus emociones y a integrarse en el mundo en el que le hemos metido. Le permite adaptarse lo mejor posible a nuestra vida y es imprescindible para que el perro sea un animal equilibrado, feliz y con buen autocontrol.

Podemos tener un perro sin ningún adiestramiento, dice Irene, pero no debería haber ningún perro sin educación. Curiosamente, hay perros con un excelente adiestramiento y una pésima educación, por desgracia para ellos.

De este modo, Irene opina que los productos más indicados alternativos al collar eléctrico para adiestrar un perro son aquellos que nos permitan enseñarle la asociación “señal/conducta” de un modo lúdico y agradable, y que bajo ningún concepto produzcan dolor y/o miedo. El clicker, por ejemplo, es una gran herramienta (requiere de bastante conocimiento para su correcto uso, eso sí, nos advierte).

En definitiva, para educar a nuestro perro necesitamos conocimientos, observación, empatía y deseo de comprender y aprender del otro, además de una cierta dosis de sacrificio.

Algunas herramientas pueden ayudar a acelerar algo el proceso, pero no deja de ser un camino que ambos, tu perro y tú, debéis recorrer juntos, y no hay muchos atajos que se puedan tomar. Pero, de nuevo, los productos que no generen dolor y miedo para ser eficaces son los que deben elegirse.

Clickers para perros:

Por su parte, Enrique Solís, de LealCan Adiestramiento, aconseja utilizar durante las fases iniciales del entrenamiento correas largas de más de dos metros para el paseo; correas incluso más largas y delgadas para practicar la llamada, de unos cinco o diez metros; clicker junto con libros que enseñen de forma correcta su uso; y material para ayudar al guía si el perro tira de la correa, como arneses con sujeción en el pecho, teniendo en cuenta que son sólo para la ayuda inicial y que posteriormente se retirarán sin necesidad de utilizarlos continuamente, una vez el perro haya entendido, asimilado y comprendido lo que le pedimos.

Arnés con sujeción en el pecho:

Correa de 3 metros:

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Para Ramón Fernández, de Arbesú Educadores Caninos, todo depende del problema que quieras tratar. Si lo que pretendes es adiestrar a tu perro, en el sentido puro y duro, hay alternativas sin castigo mejores y mas efectivas como el refuerzo positivo, clicker, etc.

En su opinión, tener que adiestrar a un perro con un collar de pinchos o eléctrico es innecesario ya que cualquiera, hasta un niño, puede enseñar a un perro a sentarse o tumbarse sin castigos. De hecho, ya se ha demostrado en un estudio que los métodos basados en refuerzo positivo tuvieron mejor resultado frente a los basados en castigo (en este caso collar eléctrico).

Otra cosa distinta, puntualiza, es si lo que buscas es solucionar problemas de conducta. En este caso lo ideal sería, primero, descartar posibles problemas físicos con un veterinario. En segundo lugar, ponerse en manos de un buen educador canino.

Este analizará y tomará en consideración los orígenes y causas del problema, realizará una análisis lo más exhaustivo posible, a través de un cuestionario o de un buen esquema de comportamiento canino y de la observación del perro y, en función de todas las variables propondrá una terapia con el objetivo de solucionar el problema.

Para terminar, David Montero, de Conecta Adiestramiento, propone que, si deseas trabajar la llamada, por ejemplo, utilices una correa de 10 metros, para poder enseñar al perro a acudir a tu llamada, sin perder el control sobre él. Debes tener en cuenta, puntualiza, que hay ciertas razas de perros que es muy difícil que acudan siempre que los llamamos. Es el caso, por ejemplo, de razas japonesas como el Akita Inu o el Shiba Inu, de razas chinas como el Shar Pei, o de razas nórdicas como el Husky, el Alaska Malamute o el Samoyedo.

Si quieres un perro que acuda siempre que le llamas, opta por otras razas, como el Pastor Alemán, cuya predisposición genética a acudir es mayor. No adoptes un Shiba porque es muy bonito y luego le pongas un collar eléctrico.

Correa de 10 metros:

Lo más importante, según David, es dedicar tiempo a la educación de tu perro, puesto que mucha gente utiliza los collares eléctricos para inhibir conductas que no son aceptables en sociedad, como ladrar en la calle, subirse a la gente, tirar de la correa etc. En definitiva, hay que trabajar en la educación del perro y, si hace falta, recurrir a un profesional para que te ayude.

Conclusiones: la opinión de MascotaPro sobre los collares eléctricos de adiestramiento para perros

He de decir que los collares eléctricos para perros nunca me habían convencido. En mis paseos diarios con mi perro Rufus nos encontramos con bastantes perros que llevan este tipo de collares y he comprobado que, en general, a la larga no resultan efectivos y que incluso llegan a causar más problemas de los que solucionan.

Tras haber hablado con los profesionales en comportamiento canino que han colaborado en la elaboración de este artículo, tengo aún más claro que estos collares de adiestramiento para perros no son buenas herramientas.

Creo que quien compra un collar eléctrico, en la mayoría de los casos es por falta de información del daño que puede hacerles a sus perros: quieren que una conducta que no les gusta cese, pero sin pararse a pensar en qué es lo que está provocando esta conducta. Buscan un “atajo”, un camino rápido para que su perro “se porte bien”; pero los atajos, a la larga, no funcionan y, de hecho, pueden volverse en tu contra (y en la de tu perro).

Con un collar eléctrico podrás conseguir inhibir una conducta que no te gusta, pero no actuarás sobre la raíz, sobre el motivo que causa esta conducta, con lo cual lo único que conseguirás es provocarle frustración a tu amigo peludo, y hacer que se estrese y que sea infeliz.

Ya sé que los fabricantes y vendedores de estos collares (al igual que algunos de los humanos que los usan con sus perros) aseguran que no les hacen ningún daño, ni les causan molestia alguna, pero es que esto no se sostiene de ninguna manera.

Estos collares están concebidos, precisamente, para molestar al perro lo suficiente como para que dejen de hacer lo que sea que hagan que no nos guste, ya sea por medio de un sonido, una vibración, un olor o una descarga. Por supuesto que les hacen daño, tanto físico como emocional, que no nos engañen: ¡si no fuera así no funcionarían!

Por todo esto, si quieres a tu perro, busca otras soluciones. Reflexiona, ponte en su lugar, intenta comprender el motivo que puede tener tu amigo para comportarse como lo hace y, si no consigues solucionarlo por ti mismo, pide consejo a algún profesional, como los que han colaborado en este artículo: tu perro te lo agradecerá infinitamente, y vuestra relación será mucho más feliz.

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Sobre la autora:

Marta MascotaPro

Marta Rodríguez

Entusiasta de los animales, y orgullosa mamá humana de mi perro Rufus y mi gato Ronno. Trato de proporcionarles la mejor calidad de vida posible, y quiero ayudarte a que les des a tus mascotas los mejores cuidados, accesorios y servicios.

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Declaración: si bien realizamos una minuciosa investigación para asegurarnos de que el contenido que ofrecemos es preciso y veraz, ten en cuenta que este artículo es meramente informativo, y en ningún caso se debe interpretar como diagnóstico o consejo veterinario. Asimismo te recomendamos que, en todo tema relacionado con la salud de tu peludo, consultes siempre con tu veterinario y confíes en su consejo.