¿Cuál es el mejor champú para gatos? Todo lo que debes saber

Los gatos son animales muy limpios por naturaleza, que emplean una buena parte del tiempo que no están durmiendo en asearse y acicalarse, por lo que, en la mayoría de los casos no es necesario que los bañemos.

Sin embargo, existen determinadas circunstancias en las que no nos quedará más remedio que darles un baño, y entonces necesitaremos disponer de un champú que haya sido específicamente formulado pensando en las necesidades de nuestros pequeños amigos felinos.

A lo largo de esta guía de compra vamos a hablar de cuándo puede ser necesario que le demos un baño a nuestro gato, y veremos qué tener en cuenta a la hora de elegir el champú más adecuado para sus necesidades.

Pero… ¿realmente necesitan bañarse los gatos?

Ésta es, sin duda, una pregunta que todos los que compartimos nuestra vida con uno o varios gatos nos hemos hecho alguna vez. Pues bien, la respuesta a esa pregunta es que no: en general, si tu gato está sano, no hay ninguna razón para bañarlo, ya que él mismo dedica varias horas al día a acicalarse a conciencia, limpiando eficazmente su pelo y su piel utilizando su lengua.

Es bien sabido que la lengua de los gatos es rasposa. Esto se debe a que está cubierta de una especie de espinas puntiagudas, todas ellas curvadas en la misma dirección, que se llaman papilas, y que actúan como una especie de cepillo, eliminando suciedad y pelo muerto.

“Por norma general, un gato que esté sano no necesitará que lo bañemos, ya que él mismo se limpiará de forma muy eficaz durante su acicalamiento diario.”

Además, estas papilas contienen una cavidad en forma de “U” que recoge saliva de la boca, y cuando el gato se lame la distribuye por el pelo, humedeciéndolo, algo que no sólo le sirve para “lavarse”, sino también para refrescarse.

Los gatos, al igual que los perros, carecen de glándulas sudoríparas (excepto en las almohadillas de los pies); sin embargo, al contrario que los canes, ellos no jadean, de modo que esas sesiones de acicalado les sirven también para regular su temperatura corporal, al humedecer su pelaje.

Pero durante todo ese ritual de acicalamiento diario, nuestros pequeños felinos no sólo se refrescan y se limpian, sino que, además, se cubren a sí mismos con su propio aroma, una especie de marca de identidad olfativa, que sirve para que otros gatos le reconozcan, y que desaparece si le damos un baño.

Con todo esto en mente, la conclusión es que, en general, no es necesario bañar a los gatos, ya que ellos mismos hacen un gran trabajo para mantenerse perfectamente limpios. Es imprescindible, eso sí, darles un buen cepillado de forma regular: si se trata de un gato de pelo corto, un cepillado a la semana bastará; si por el contrario tiene el pelo largo, es conveniente cepillarlo a diario.

“Si bien los gatos son animales muy limpios, hay ciertas situaciones en las que sí que puede ser necesario que les demos un baño.”

Dicho todo esto, sin embargo, hay ciertas situaciones en las que sí que puede hacerse necesario darles un baño a nuestros pequeños felinos, las cuales veremos en el siguiente apartado.

En qué casos es necesario bañar a los gatos

Si bien, tal y como hemos dicho más arriba, en condiciones normales no es necesario que bañemos a nuestros gatos, hay algunas situaciones en las que sí que puede ser necesario hacerlo. Veámoslas.

• Si tienes un gato que sale a la calle y llega a casa muy sucio, es posible que no consiga limpiarse completamente por sí mismo. En estos casos puede ser necesario un baño.
  
  
• Si acabas de rescatar un gato de la calle, ya sea un cachorro o un gato adulto, lo más probable es que esté sucio y tenga pulgas, piojos o garrapatas. En este caso es indispensable un buen baño con un champú adecuado.
  
  
• Del mismo modo, y tenga o no acceso al exterior, si tu gato tiene pulgas puede venirte bien bañarlo con un buen champú antipulgas.
  
  
• Si tu gato ya es mayor, si es obeso o si tiene algún problema de salud, es posible que le cueste limpiarse y haya empezado a descuidar su aseo. En este caso necesitará de tu ayuda.
  
  
• Si tienes un gato sin pelo, como por ejemplo un sphynx –o esfinge–, necesitarás darle baños regulares (más o menos cada 20-30 días), ya que este tipo de razas acumulan mucha grasa en la piel, que no son capaces de limpiar por sí mismos.
  
  
• Si tu gato tiene alguna alergia o alguna enfermedad en la piel, como tiña, por ejemplo, es muy posible que tengas que bañarlo con un champú específico, para tratarla.
  
  
• Si tienes un gato con pelo largo o semi-largo y no lo has cepillado regularmente, es posible que se le hayan formado nudos o enredos que no puedas deshacer. En estos casos puedes necesitar un baño con un champú adecuado, o incluso un acondicionador, para conseguir devolverle el buen estado a su manto.
  
  
• Si tu gato se ha ensuciado con algún producto que sea tóxico o nocivo, es imprescindible que lo bañes, y no le permitas que se limpie por sí mismo, ya que podría intoxicarse.

Qué tener en cuenta a la hora de elegir un champú para tu gato

Si te ves en la necesidad de bañar a tu gato, es imprescindible que lo hagas con un champú adecuado, que haya sido formulado teniendo en cuenta las necesidades específicas de nuestros mininos.

Utiliza exclusivamente un champú para gatos

En el caso de que te estés preguntando si se puede bañar a un gato con champú de humano, la respuesta es no: nunca debes utilizar tu champú habitual para bañar a tu gato, ni siquiera un champú para niños, puesto que el pH de la piel de nuestros mininos es muy diferente al nuestro. Concretamente, los humanos tenemos un pH de entre 4.5 y 5.8, mientras que los gatos tienen un pH de entre 6 y 6.4.

De este modo, un champú formulado para humanos resulta demasiado ácido para los gatos, y pude dañar su piel, causándole irritaciones y otros problemas; en definitiva, no deberías bañar a tu gato con un champú «normal», de los que resultarían adecuados para nosotros.

“Nunca utilices un champú para humanos (ni tampoco un champú para perros) para bañar a tu gato, ya que la estructura de su piel y su pH son diferentes.”

Y si lo que te preguntas es: ¿puedo bañar a mi gato con champú de perro?, la respuesta, de nuevo, es no. Y el motivo es el mismo que en el caso de el champú para humanos: la piel y el pelo de uno y otro animal presentan ciertas diferencias en lo que se refiere a su grosor, su estructura y su pH. En el caso de los gatos, como veíamos, su pH oscilaría entre 6 y 6.4; sin embargo, la piel de los perros tiene un pH ligeramente más alcalino, entre 7 y 7.5.

Piensa en las necesidades específicas de tu gato

A la hora de comprar un champú para tu gato considera si tiene alguna necesidad específica. En el caso de que tu tu minino tenga la piel y el pelo sanos no tendrás problema, y te servirá cualquier producto que haya sido formulado específicamente para gatos.

Sin embargo, si hay un motivo especial por el que quieres bañar a tu compañero felino, como que tenga pulgas, algún tipo de alergia, caspa, etc, hazte con un champú que haya sido especialmente formulado para tratar ese problema específico.

“Hazte con un champú que sea adecuado para las necesidades específicas de tu gato.”

Si tienes un gato con pelo largo, que se muestre enredado, es recomendable hacerse con un champú con una fórmula muy suave e hidratante. También puede venirte estupendamente un acondicionador para gatos.

Para terminar, si necesitas darle un baño a tu gato, pero te es imposible meterlo en el agua, un champú en seco para gatos puede ser tu salvación, ya que, en general, su aplicación resulta menos estresante para nuestros pequeños felinos que el paso por la bañera o la ducha.

Cómo bañar a un gato correctamente

Bañar a un gato no siempre es tarea fácil. Y es que todos sabemos que los gatos (si bien hay honrosas excepciones) no son nada amigos de meterse en el agua, ni tampoco de que les manipulemos.

Lo ideal es acostumbrar al gato a bañarse cuando es pequeño (a partir de los 2 ó 3 meses), ya que durante sus primeros meses les resulta más fácil acostumbrarse a nuevas experiencias, pero si tu gato ya es adulto y necesitas darle un baño, también puedes conseguirlo.

Para que la experiencia sea lo menos estresante para tu gato, es imprescindible que tú estés relajado y mantengas la calma en todo momento, sin hacer movimientos bruscos ni alzar la voz. Y, por supuesto, que seas muy paciente con él y le des muchos mimos, acariciándole suavemente y hablándole en tono suave y calmado.

“Si tienes que bañar a tu gato, prepara todo lo que vayas a necesitar, para tenerlo a mano en el momento que lo necesites; mantente relajado y calmado; y, a ser posible, busca alguien que pueda ayudarte.”

Es imprescindible que tengas preparado y a mano todo lo que vas a necesitar durante el baño: champú y varias toallas. También puede venirte bien tener una jarra o algo similar para aclararlo, ya que puede resultarle menos estresante que la ducha o el grifo.

También es buena idea que cuentes con un colaborador, a poder ser una persona con la que tu gato esté familiarizada, y que puede ayudarte a sujetar a tu minino en caso necesario.

Para hacer más fácil y cómoda la experiencia, lo mejor es que utilices un fregadero o lavabo para bañar a tu gato o, en su defecto, una bañera de tamaño adecuado (puedes encontrar algunos ejemplos en nuestro artículo sobre las mejores bañeras para perros). Éstos son los pasos a seguir:

• Llena el fondo de la bañera o lavamanos (unos 5 cm, aproximadamente) con agua templada antes de meter tu gato, ya que el ruido del agua cayendo a chorro puede asustarle.
  
  
• Es muy recomendable que pongas una toalla en el fondo de la bañera. De este modo, tu minino no resbalará, e incluso podrá clavar sus uñas en ella.
  
  
• Una vez lo tengas todo preparado, agarra a tu gato suavemente, mételo dentro de la bañera o lavabo, y empieza a mojarlo poco a poco por todo su cuerpo, excepto por la zona de la cabeza.
  
  
• Una vez esté mojado, coge el champú para gatos y aplícaselo con un suave masaje.
  
  
• Aclara bien a tu gato con agua templada. Para ello, puedes utilizar una jarra o, si lo acepta, el grifo o la ducha.
  
  
• Una vez lo hayas aclarado bien, sécalo utilizando toallas: cuando notes que una toalla se moja, cámbiala por otra. Otra posibilidad sería utilizar un secador, pero lo más probable es que el ruido que hace asuste y estrese a tu gato, a no ser que lo hayas acostumbrado desde cachorrito.
  
  
• No olvides premiar a tu gato una vez hayas terminado con alguna golosina que le guste mucho: se lo merece.

FAQ: preguntas más frecuentes sobre los champús para gatos

¿Te ha resultado útil este contenido? Puedes compartirlo con los siguientes botones. ¡Muchas gracias!

Compartir en Facebook Compartir en X (Twitter) Compartir en WhatsApp Compartir en Email Compartir en Pinterest Compartir en Telegram

Sobre la autora:

Marta Rodríguez

Entusiasta de los animales, y orgullosa mamá humana de mi perro Rufus y mi gato Ronno. Trato de proporcionarles la mejor calidad de vida posible, y quiero ayudarte a que les des a tus mascotas los mejores cuidados, accesorios y servicios.

Ver más sobre Marta Escribir email a Marta

Todos los productos y/o servicios que aparecen en este artículo han sido seleccionados por MascotaPro de forma independiente. No obstante, algunos de los enlaces del post son enlaces de afiliación: eso significa que, si haces una compra tras hacer clic en ellos, podríamos ingresar una comisión de afiliados.

Asimismo, en el caso de que se muestren precios de Amazon en el post, éstos se actualizarán cada día. Pero ten en cuenta que los productos cambian de coste constantemente en Amazon, por lo que su disponibilidad y precios pueden ser distintos a los aquí publicados.

Declaración: si bien realizamos una minuciosa investigación para asegurarnos de que el contenido que ofrecemos es preciso y veraz, ten en cuenta que este artículo es meramente informativo, y en ningún caso se debe interpretar como diagnóstico o consejo veterinario. Asimismo te recomendamos que, en todo tema relacionado con la salud de tu peludo, consultes siempre con tu veterinario y confíes en su consejo.