Cómo escoger la mejor pelota para tu perro

Las pelotas son, seguramente, el juguete para perros más popular que existe y, de hecho, no tienes más que darte un paseo por un parque o algún otro lugar frecuentado por perros para ver a alguno persiguiendo incesantemente una pelota que su compañero humano le lanza una y otra vez.

Tanta es su popularidad, que actualmente podemos encontrar una enorme variedad de pelotas para perros en el mercado, fabricadas con diferentes materiales, de diferentes tamaños y formas, y con diversos extras y novedades para hacerlas más atractivas y ofrecer diferentes modalidades de juego.

A lo largo de esta guía de compra quiero a hablarte de las ventajas y los inconvenientes que puede tener jugar a la pelota con tu perro, además de darte una serie de consejos para que puedas elegir la pelota más adecuada para tu peludo.

Beneficios e inconvenientes de las pelotas para perros

Si bien hay algunas excepciones, a casi todos los perros parece encantarles jugar a la pelota. Y es que nuestros canes siguen conservando el instinto de caza, y por eso las cosas que se mueven muy rápido suelen atraerles e incitarles a correr tras ellas, por lo que, si lanzamos una pelota, lo más probable es que salga corriendo para buscarla. 

Es evidente que jugar a la pelota con tu perro tiene una serie de beneficios; sin embargo, si no lo haces de la manera correcta y abusas del juego, las pelotas para perros pueden provocar también serios problemas.

Beneficios de jugar a la pelota con tu perro

Para muchos humanos, jugar a la pelota con sus perros les supone una manera de conseguir que hagan ejercicio, y lo cierto es que es una actividad que, si no se abusa de ella, puede tener sus beneficios.

“Jugar a la pelota con tu perro es una actividad que, si no abusas de ella, puede tener varios beneficios para el can, además de ayudarte a reforzar tu vínculo con él.”

No sólo haremos que se mueva nuestro perro, sino que, además, para jugar correctamente también tendrá que ejercitar su mente, puesto que tendrá que buscarla (algo que puede llevarle un ratito, si estás en una zona donde haya hierba o maleza) y después devolvértela.

Por otra parte, se trata de un juego que necesita inevitablemente de dos participantes, tu perro y tú, que os divertiréis juntos practicándolo, algo que servirá para reforzar vuestro vínculo.

Inconvenientes de jugar a la pelota con tu perro

Si bien jugar a la pelota con tu perro no es en sí malo, jugar de forma excesiva y descontrolada puede tener serios inconvenientes, ya que es un juego que puede llegar a crearle una auténtica adicción a nuestro can, convirtiéndolo en una especie de “yonki de las pelotas”.

Y es que estamos hablando de un juego que, en realidad, genera una gran cantidad de estrés en nuestros perros, ya que despierta sus instintos de caza provocándoles una gran excitación. En realidad, jugar un ratito a lanzarle la pelota a nuestro peludo durante nuestros paseos diarios no tiene por qué ser malo: el problema viene cuando nos excedemos.

Los perros, normalmente, suelen pasarse horas en casa solos, mientras nosotros atendemos a nuestras obligaciones habituales, de modo que mucha gente cree que debe cansarlo durante sus salidas diarias, para que así gaste toda la energía que tiene acumulada, y su manera de hacerlo es jugar a la pelota, para así conseguir “cansar” a su perro sin tener que esforzarse demasiado.

“Aunque jugar a la pelota con tu perro no es malo en sí, hacerlo de forma excesiva y descontrolada puede tener inconvenientes muy serios, ya que es un juego que puede crearle una auténtica adicción al can.”

Esto hace que algunas personas saquen a su perro, lo lleven al parque o a algún descampado, y le lancen la pelota sin parar, durante un buen rato. De este modo, piensan, el perro se cansará y llegará a casa relajado.

En realidad esto es un gran error: si bien es cierto que jugar a la pelota cansa físicamente a nuestros canes, también les activa y les pone a tope de adrenalina.

Por lo tanto, al final, en lugar de conseguir un perro relajado que llegue a casa con ganas de descansar, tendremos justo lo contrario: un perro que está como una moto y que cuando llega a casa está excitado y necesita gastar la energía que le ha generado el juego, lo que hará que se ponga a ladrar o a morder cosas, por ejemplo. Es decir, lo opuesto a lo que pretendíamos.

Pero es que, además, si repetimos esto habitualmente en nuestras salidas, pronto nos daremos cuenta de que nuestro perro se ha convertido en un obseso: se pone a ladrar en cuanto llegamos al parque con él, y no para hasta que sacamos la pelota; no presta atención en absoluto a lo que pasa alrededor de él; no les hace ni caso a otros perros; cuando nota que quieres acabar el juego se niega a devolverte la pelota e incluso te rehúye…

“Jugar a la pelota en exceso no consigue un perro relajado, que llega a casa con ganas de descansar, sino todo lo contrario, ya que es un juego que, si bien les cansa físicamente, también hace que liberen adrenalina, activándoles y excitándoles aún más.”

Todo esto que te cuento, por desgracia, lo sé por experiencia propia: todos esos errores los cometí yo con mi perro, Rufus, y así, acabé por crear un adicto a las pelotas de manual. Y es que, hace unos años, nuestra rutina habitual era, tras dar un paseo, acudir a una zona donde nos reuníamos con otros perros, y empezar a lanzar la pelota sin parar durante el tiempo que estábamos allí.

Y lo cierto es que, en apariencia, mi perro se lo estaba pasando estupendamente. Sin embargo, al cabo de un tiempo empezaron los problemas: se ponía nerviosísimo y ladraba sin parar si, por algún motivo, tardaba más de la cuenta en lanzarle la pelota, ignoraba por completo a sus amigos perrunos y a cualquier otra cosa que ocurriera alrededor…

Y cuando llegaba la hora de guardar la pelota, escapaba con ella, escondiéndose (incluso a veces se metía en el río, para que no lo atrapara).

Por supuesto, todos estos problemas los originé yo misma, sin ser consciente de ello, simplemente por ignorancia, ya que yo pensaba que jugar a la pelota era una actividad estupenda para los perros. Y, en realidad, no tiene por qué tener nada de malo, siempre que lo hagas con moderación y control.

Cómo jugar a la pelota con tu perro adecuadamente

Como ves, jugar a la pelota con tu perro de manera excesiva puede crearle a tu perro una serie de problemas. Vamos a ver qué hacer para evitar que esto ocurra, y conseguir que la pelota no se convierta en un generador de conflictos, de modo que podáis pasarlo estupendamente jugando con ella.

• No juegues a la pelota todos los días con tu perro, y cuando juguéis, procura hacerlo en sitios diferentes, no siempre en el mismo. De este modo tu compañero canino no entenderá que “hay que jugar” obligatoriamente siempre, ni relacionará un lugar concreto con la pelota.
  
  
• Cuando tu perro y tú juguéis a la pelota, hacedlo durante un tiempo limitado: con diez o quince minutos hay más que suficiente. Ten en cuenta que se trata de una actividad física bastante explosiva, y un perro, si sigue su propia naturaleza, no tiende a hacer este tipo de ejercicio intenso durante periodos largos.
  
  
• Jugar a la pelota debe ser sólo una parte más del paseo. Tiene que haber momentos para que tu perro pueda ir a su ritmo, para que se relacione con otros perros, y para que pueda olfatear a su antojo todo lo que quiera (olfatear es una actividad que sí relaja a los perros, pero de verdad).

“Para evitar que la pelota se convierta en un generador de problemas para tu perro, y en una obsesión, el juego debe seguir una serie de pautas, y nunca durar demasiado: con diez o quince minutos es suficiente.”

• Debes enseñar a tu perro a jugar correctamente con la pelota. Para ello, tú debes ser quien controle el juego, indicándole claramente cuando empieza y cuando acaba. Puedes trabajar esto enseñándole una palabra o frase que le haga saber el comienzo del juego (por ejemplo, “a jugar”) y otra que le indique que se ha terminado (por ejemplo, “se acabó”).
  
  
• Puedes utilizar la pelota para diferentes tipos de juego: la pelota no sólo sirve para lanzarla y que tu perro la recupere y te la devuelva. Puedes jugar a esconderla y que la tenga que encontrar utilizando el olfato, o enseñarle nuevas habilidades utilizando la pelota como recompensa, como hacer que pase entre tus piernas, que te rodee, etc.
  
  
• Hay pelotas con diseños especiales, que pueden serte de gran ayuda para realizar diferentes actividades con ellas: algunas te permiten introducir premios dentro, que tu perro tendrá que conseguir sacar, mientras que otras llevan una cuerda incorporada, para así poder jugar al tira y afloja. Busca la más adecuada para vosotros.

Factores a tener en cuenta a la hora de comprar una pelota para tu perro

Si quieres comprar una pelota para tu perro, deberás tomar en consideración una serie de aspectos, para así proporcionarle una que sea adecuada a sus características, así como para el propósito para la que quieres que la utilice.

Tamaño de la pelota

Sin duda uno de los factores más importantes que debes tener en cuenta a la hora de comprar una pelota para tu perro es que sea del tamaño adecuado.

“El tamaño de la pelota que le proporciones a tu perro es muy importante: nunca debe ser tan pequeña que le quepa en la boca, pero tampoco excesivamente grande, o no sería capaz de cogerla.”

Por supuesto, no debe ser demasiado grande, ya que entonces no sería capaz de abarcarla con la boca y no podría cogerla, pero también es fundamental que no sea demasiado pequeña: la pelota nunca debería caber entera dentro de la boca de tu perro, ya que de ser así correría el riesgo de tragársela, algo que puede ser realmente peligroso.

Durabilidad de la pelota

Cuando compres una pelota para perros, fíjate en lo resistente que es. Normalmente, el fabricante suele indicar si está diseñada para canes con una mordida suave o moderada, o si está hecha para soportar los ataques de los mordedores más agresivos. 

Es primordial que conozcas bien a tu perro: algunos son muy cuidadosos y delicados a la hora de jugar, mientras que otros muerden sus juguetes sin piedad.

Si tu perro pertenece al primer grupo, una pelota blandita podría durarle mucho tiempo. Sin embargo, si es de los destrozones, tendrás que asegurarte de que el material del que está hecha la pelota sea resistente, o no pasará del primer día de vida.

Material de la pelota

El material idóneo de la pelota que elijas para tu perro dependerá de varios factores. Para empezar, tal y como te decía en el anterior apartado, debes tener muy en cuenta cómo es tu perro, y su manera de jugar y morder.

Si tu can tiene una mordida potente, te recomiendo que te decantes con una pelota de caucho para perros. En este artículo puedes encontrar algunas ideales para este tipo de perros, como la KONG Ball, o la Jive Dog Ball, que aguantan las mordidas más agresivas sin problema.

“El material ideal de la pelota de tu perro dependerá, en gran medida, de su potencia de mordida y de la forma que tenga de jugar con ella.”

Si, por el contrario, tu peludo tiene una mordida más suave, puede venirte estupendamente una pelota tipo tenis para perros, como la KONG Squeakair, que es más blandita y liviana. Eso sí: nunca utilices una pelota de tenis normal y corriente, ya el fieltro con el que están forradas lleva fibra de vidrio, muy dañina para los dientes de nuestros peludos.

¿Cómo vas a utilizar la pelota?

A pesar de que el uso más habitual de las pelotas para perros es el juego de lanzar y buscar, estos juguetes también pueden tener otros usos.

Por ejemplo, pueden usarse a modo de mordedor, o como expendedor de snacks. Son dos utilidades que pueden venirte muy bien para que tu perro se entretenga en casa el solito, ejercitando su mandíbula y también su mente, si tiene que encontrar la manera de sacar las golosinas que le hayas metido en la pelota.

También pueden venirte muy bien las pelotas que llevan una cuerda incorporada, ya que, además de poder jugar a lanzarlas (cosa a la que también te ayudará la cuerda), os permitirá a tu perro y a ti a jugar al clásico tira y afloja.

“Además del típico juego de lanzar y buscar, hay otras formas de utilizar una pelota para perros; por ejemplo como mordedor, como expendedor de snacks, o para jugar al tira y afloja, si lleva una cuerda incorporada.”

Otra cosa a tener en cuenta es el lugar y el momento en el que vas a utilizarla. Hay pelotas que flotan, por lo que te vendrán geniales para jugar en el agua con tu perro, si es de los que les gusta bañarse. Así, podrás lanzarla al agua para que se dé un chapuzón, algo que le encantará, especialmente si es verano y hace calor.

Para terminar, si sales con tu can muy temprano por la mañana o cuando ya ha caído la noche, una pelota con luz para perros puede venirte que ni pintada, ya que os permitirá jugar a tu perro y a ti, algo que se complicaría con una pelota normal, ya que sería mucho más fácil que la perdierais.

FAQ: preguntas más frecuentes sobre las pelotas para perros

¿Es bueno jugar a la pelota con tu perro?

En principio, jugar a la pelota con tu perro no tiene nada de malo, e incluso puede ser beneficioso, ya que conseguirás que tu peludo haga ejercicio, al tiempo que reforzáis vuestro vínculo. Sin embargo es recomendable que practiquéis este juego con moderación, puesto que es una actividad que resulta muy excitante para los perros, y puede estresarlos, llegando a crearles una gran adicción.

¿Es recomendable utilizar una pelota de tenis para jugar con tu perro?

No, nunca deberías jugar con tu perro utilizando una pelota de tenis. Si bien este tipo de pelotas son ligeras y botan mucho, por lo que, tradicionalmente, se han usado para jugar con perros, lo cierto es que no son, ni mucho menos, las más adecuadas, ya que el fieltro con el que están forradas lleva fibra de vidrio, que resulta muy dañina para los dientes de los canes, motivo por el cual es aconsejable evitarlas.

¿Qué tamaño debería tener una pelota para perros?

Si quieres jugar a lanzarle una pelota a tu perro, debes elegir una que tenga el tamaño adecuado para él. Evidentemente, debe ser tan grande como para que el can no pueda abarcarla con su boca, pero también es de suma importancia que no sea demasiado pequeña: la pelota jamás debería caber entera dentro de la boca del perro, ya que de ser así correría el peligro de tragársela, algo que podría ser realmente peligroso.

¿Qué tipo de pelota es mejor para un perro con mordida fuerte?

Si tienes un perro con fuerza en las mandíbulas, capaz de destrozar cualquier juguete que le ofrezcas, es aconsejable que busques una pelota que esté fabricada con un material resistente. Hay algunas pelotas de caucho que suelen dar buen resultado, ya que es un material que es flexible, pero a la vez duradero. En este artículo puedes encontrar algunos modelos ideales para los perros más destructores, como la KONG Ball o la Jive Dog Ball.

Y hasta aquí nuestro repaso por las mejores pelotas para perros que podemos encontrar en el mercado actualmente. Espero haberte ayudado a elegir la más adecuada para tu peludo, y que te sean útiles mis consejos para hacer que jugar a la pelota con tu perro sea una gran experiencia para los dos.

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