Accesorios para perros ciegos: los arneses, juguetes y dispositivos que más le ayudarán

Cuidar a un perro ciego puede parecer complicado, y si tu peludo acaba de perder la visión es fácil que te sientas abrumado y te sientas inseguro, al no saber cómo ayudarle. Sin embargo, un perro ciego puede vivir una vida feliz y plena… de hecho, en algunos casos lo pasamos peor nosotros que ellos mismos.

Por supuesto, tanto tu perro como tú vais a necesitar un periodo de ajuste. Pero nuestros amigos caninos son asombrosos y tienen una gran capacidad de adaptación. Si bien es posible que durante un tiempo se encuentre desorientado y deprimido, pronto conseguirá acostumbrarse a su nueva situación, y seguramente te sorprenderá de lo bien que se las apaña.

A lo largo de este apartado, vamos a ver una serie de consejos para que puedas ayudar a tu perro en todo lo posible, para conseguir que su ceguera no sea un impedimento para que disfrute de la vida como cualquier otro can.

¿Sufre mucho un perro cuando se queda ciego?

Por supuesto, quedarse ciego no es una experiencia agradable para ningún perro, pero lo cierto es que lo llevan bastante mejor que nosotros, los humanos. Para empezar, debemos darnos cuenta de que, a diferencia de nosotros, la vista no es principal sentido de nuestros peludos, sino que es el tercero en importancia, ya que ellos tienen mucho más desarrollado el sentido del olfato (su principal sentido) y el del oído.

Además, los perros son todos unos maestros en el arte de vivir el momento: al contrario que los humanos, ellos no se pasan el tiempo lamentándose por lo que han perdido, o pensando en cómo sería su vida si siguieran viendo. De este modo, son capaces de aceptar su nueva situación y adaptarse antes de lo que lo haríamos nosotros.

“La rapidez con la que un perro se adapte a la ceguera dependerá de varios factores, principalmente de si la pérdida de visión ha sido gradual o repentina.”

Por supuesto, la rapidez con la que tu perro acepte su nueva situación dependerá de varios factores. Para empezar, no es lo mismo ir perdiendo visión gradualmente que quedarse ciego de repente.

Un perro que va perdiendo la visión poco a poco va adaptándose a su situación casi sin darse cuenta, por lo que, en el momento en que la ceguera sea total, no lo va a llevar tan mal como uno que se ha quedado ciego repentinamente.

En este segundo caso, es normal que tu amigo lo pase mal durante una temporada, ya que estará asustado, sin entender qué es lo que ha pasado, y puede llegar a sentirse deprimido, o incluso tener conductas agresivas, originadas por el miedo y el estrés que está sintiendo.

Tu perro va a tener que pasar por un período de adaptación, y ahí es donde tú podrás ayudarle, para facilitarle las cosas de manera que pueda superar esa etapa y acostumbrarse a su nueva situación.

Cómo saber si tu perro se está quedando ciego

Cuando un perro se queda ciego repentinamente, ya sea a causa de una lesión o por culpa de alguna enfermedad como el SARDS (síndrome de degeneración de retina adquirida súbita) o la retinitis inmunomediada (IMR), que provocan una pérdida de visión muy rápida, es bastante fácil que nos demos cuenta de que no ve, porque veremos cambios muy claros en su actitud.

Sin embargo, hay otros muchos casos en los que esta pérdida de visión es progresiva, por lo que el perro va adaptándose poco a poco a su nueva situación, y si bien vamos a ver ciertos cambios en su conducta, a veces no resulta evidente para nosotros que estos cambios se deban a que nuestro amigo no ve bien.

“Cuando la pérdida de visión es progresiva, el perro va adaptándose poco a poco a su nueva situación, y, si bien veremos cambios en su conducta, a veces no nos resultará evidente que dichos cambios se deben a que el perro no ve bien.”

Por supuesto, es importante que prestemos atención a los ojos de nuestro perro, para detectar cualquier cambio. Es recomendable que tengamos una rutina de limpieza ocular diaria, utilizando productos adecuados (puedes ver cómo hacerlo en nuestro artículo sobre cómo limpiar los ojos a un perro o a un gato).

Si notas cualquier cambio en el aspecto del ojo, como puede ser enrojecimiento, hinchazón, lagrimeo y legañas excesivas, cambios en el color del ojo, o detectas que tu perro se siente molesto, se intenta frotar los ojos o manifiesta dolor, debes ir al veterinario de inmediato para que le haga un examen.

Ten en cuenta que, en algunos casos, la pérdida de visión puede prevenirse, o incluso llegar a revertirse, con un tratamiento adecuado, si se la detecta a tiempo.

Tu perro podría tener afecciones como cataratas, glaucoma, o alguna enfermedad de la córnea como queratoconjuntivitis o pannus corneal. En los dos primeros casos, el único tratamiento posible es el quirúrgico; sin embargo, en el caso de la queratoconjuntivitis y el pannus corneal, existen tratamientos que harán que los síntomas remitan, y evitarán que vayan a más.

Si las causas de la ceguera de tu perro se encuentra en alguna de las estructuras internas del ojo, como puede ser el caso de la atrofia progresiva de la retina (APR), ahí vamos a tenerlo más difícil para detectarla a simple vista. Sin embargo, el comportamiento de nuestro perro puede darnos una pista de que algo no va bien.

“Cuando las causas de la ceguera de un perro se encuentran en las estructuras internas del ojo, podemos no detectarla a simple vista; sin embargo, el comportamiento del animal nos puede dar pistas de que algo no va bien.”

Estos son algunos síntomas que pueden indicarte que tu perro está perdiendo la vista:

• Notas que tu perro últimamente choca bastante con muebles y objetos.
• Anda pegado a la pared.
• No parece reconocer a personas conocidas cuando se encuentran a una distancia de más de tres metros.
• Está menos activo que de costumbre y evita jugar.
• Se sobresalta por cualquier cosa en la calle, y se muestra desconfiado si se acercan otros perros, o se asusta si alguien le acaricia.
• Si le tiras una pelota no se percata de dónde ha caído, y sólo es capaz de encontrarla si detecta su rastro, utilizando su olfato.
• Parece estar desorientado cuando sales a pasear con él, y anda siempre pegado a ti, o se niega a moverse.
• Evita explorar sitios a los que no está acostumbrado, y le resultan nuevos.

Cualquiera de estos síntomas pueden ser señal de que existe algún problema de visión, por lo que si detectas alguno, de nuevo es recomendable hacer una visita al veterinario, ya que, en muchos casos, un diagnóstico precoz puede ayudar a prevenir o retrasar la aparición de la enfermedad.

Si, por desgracia, el diagnóstico de tu veterinario es una pérdida de visión irreversible, no desesperes, ya que con un poco de tiempo y paciencia, y siguiendo una serie de pautas, tu perro podrá llevar una vida prácticamente normal, y ser feliz.

Cómo puedes facilitarle la vida a tu perro ciego

Si tu perro se ha perdido total o parcialmente la visión recientemente, tanto él como tú necesitaréis un período de adaptación a la nueva situación. Es lógico que te sientas preocupado y triste por él. Ten en cuenta que los perros son maestros a la hora de captar cómo nos sentimos, y esto les afecta, de modo que intenta hablarle de forma alegre, como si todo siguiera normal, como siempre.

Éstas son algunas cosas que puedes hacer para facilitarle la vida a tu perro ciego.

Para empezar, procura hablar mucho con tu perro, de forma relajada y alegre. Nunca te acerques a él y lo toques sin avisar, ya que podrías asustarlo. Si tienes niños en casa, explícales muy bien cómo deben actuar, que siempre deberán avisar a su amigo canino cuando vayan a acercarse a él o a tocarle.

“Si tienes niños en casa, explícales muy bien como deben actuar con tu perro ciego, y que siempre deberán avisarle cuando vayan a acercarse a él o a tocarle, para no asustarlo.”

No muevas los muebles de casa de su sitio habitual: si eres de esas personas a las que les gusta redecorar de vez en cuando, lo siento, pero a partir de ahora es recomendable que no lo hagas. Tu perro necesita saber qué va a encontrarse cuando deambule por la casa, y si cambias algo de sitio podría chocar y hacerse daño.

En este sentido, vamos a tener que ser muy ordenados, y procurar no dejar objetos por ahí tirados, con los que pueda tropezar nuestro perro: en casa, todo debe ser previsible.

Es recomendable que te hagas con un arnés especial para perros ciegos, como el que hemos visto en este artículo. Se trata de un arnés tipo chaleco que lleva un aro sujeto, a modo de halo, que sirve para proteger la cabeza del perro en caso de que choque con algún obstáculo. Podríamos decir que estos arneses son el equivalente a los bastones blancos que utilizan las personas invidentes para no tropezar con obstáculos en la calle.

Una vez que tu peludo se haya acostumbrado a su nueva situación y haya “creado un mapa” de tu hogar, es posible que ya no necesite llevar el arnés con halo para deambular por casa, ya que sabrá perfectamente donde está todo y el uso de este aparato para perros ciegos resultará menos necesario.

“Los arneses con aro protector para perros ciegos son elementos muy útiles, ya que protegerán la cabeza del animal en caso de que choque con algún obstáculo.”

Si en tu casa hay escaleras, chimenea, o cualquier zona que pueda representar un peligro para tu can, pon una barrera o valla de seguridad (puedes encontrar varios ejemplos en nuestro artículo sobre vallas, cercas y barreras para perros).

Adicionalmente, en el caso de las escaleras, también puedes poner una alfombra donde empiezan, tanto en la parte de arriba como en la de abajo, de modo que sea una señal que indique a tu perro dónde comienzan y dónde acaban.

También deberás enseñarle a subir y a bajar por ellas en su nueva situación. Es muy posible que tu perro tenga miedo de hacerlo en un principio. Ten paciencia con él, y poco a poco vencerá su miedo. Para animarle a subir y bajar por las escaleras, puedes ir poniendo un premio en cada escalón, y guiarle con la correa. Enséñale el comando “sube”, para indicarle que suba un escalón, y “baja” para que lo baje.

Y si prefieres que no suba ni baje las escaleras sin tu supervisión, puedes instalar una barrera de protección, tal y como comentábamos más arriba.

En el caso de que tengas jardín, al igual que en el interior de casa, procura que sea seguro para tu perro. Si hay algún mueble en él, procura no cambiarlo de sitio. Asegúrate de que no hay ramas bajas que puedan hacerle daño a tu perro en los ojos: recuerda que no las ve, por lo que puede chocar con ellas y hacerse daño.

Una buena idea es que te pongas a cuatro patas, intentando ponerte más o menos a la altura de los ojos de tu perro, para así tener más claro lo que puede quedar a su altura. Esto también puedes hacerlo dentro de tu casa, ya que te ayudará a tener una idea más clara de con qué puede chocar o hacerse daño tu peludo.

Crea una zona segura para tu can en casa, en la que tenga una cama para perros confortable, así como sus juguetes. Por supuesto, su comida y su agua deben estar siempre en el mismo sitio, para que pueda localizarlas en todo momento. Puede ser buena idea que te hagas con una fuente o bebedero automático (como hemos visto a lo largo del post), ya que el ligero ruido que hace el agua al caer le atraerá.

Cuando salgas a pasear con tu perro, es conveniente que utilices un arnés (si hasta ahora utilizabas un collar, es un buen momento para cambiar). Y es que el arnés te permitirá controlar mejor a tu perro, en caso de que se sobresalte y dé un tirón. Es buena idea que te hagas con uno que tenga un asa, para así poder sujetar más fácilmente a tu amigo, en caso necesario.

“Cuando salgas a pasear con tu perro ciego es conveniente que utilices un arnés que le resulte cómodo y, a poder ser, que tenga un asa, ya que te permitirá controlarle mejor, y sujetarlo, en caso necesario.”

En los primeros paseos que hagas con él, procura llevarlo a sitios que le resulten familiares y que sean tranquilos. Aunque uses una correa para perros larga, en un principio llévala en corto, para que no tropiece con ella, pero procura que no haya tensión. Una vez tu perro vaya ganando en confianza, cuando estéis en un sitio tranquilo y seguro, puedes dejar toda la extensión de la correa y permitirle explorar por su cuenta el entorno.

Procura hablar con él frecuentemente, y acariciarle durante el trayecto, para que se sienta seguro y acompañado en todo momento.

Si os encontráis con otro perro es imprescindible que avises al humano que le acompaña de que tu amigo está ciego, de modo que ambos estéis muy atentos al lenguaje corporal de los dos perros: ten en cuenta que tu peludo no será capaz de ver las señales de calma que pueda emitir el otro can, lo que podría dar lugar a algún conflicto.

Del mismo modo, si te paras a hablar con alguna persona conocida, adviértele de que tu perro es ciego (si es que no lo sabe ya), para que no le acaricie sin previo aviso.

Jugar con un perro ciego

Que tu perro se haya quedado ciego no debería ser impedimento para que juegue: los perros necesitan jugar, y no ver no debe ser un obstáculo para seguir haciéndolo.

Como hemos visto en este artículo, hay muchos juguetes que podemos comprarle a un perrito ciego, y con los que puede pasar ratos muy divertidos.

Los juegos de olfato pueden ser grandes aliados a la hora de divertirte con tu perro, ya que, para llevarlos a cabo, no necesita de la vista para nada. Puedes diseminar trocitos de salchichas, parte de su ración de pienso, o cualquier otra cosa por distintos sitios de la casa, y dejar que los encuentre todos.

También puedes utilizar una manta olfativa, como la que hemos visto en este artículo, para que tu perro pase un buen rato encontrando todos los trocitos de comida que previamente habrás escondido en su interior.

“Los juegos de olfato son grandes aliados a la hora de jugar con un perro ciego, ya que, para practicarlos, no necesitan usar la vista para nada. Una buena opción puede ser utilizar una manta olfativa.”

Éste es un juego que, si tienes jardín, también puedes hacer en el exterior, tirando trocitos de comida en el césped.

Hazte también con pelotas o peluches que tengan sonido, para así poder jugar con tu perro. Puedes incluso tirarlos para que vaya a buscarlos y te los traiga, ya que se guiará por el sonido que hacen al caer y por su olfato.

También pueden ser recomendables algunos juguetes que llevan impregnado algún olor que sea atractivo para los perros, como es el caso de la pelota sensorial que hemos visto en este artículo.

Por último, ten a su disposición algún mordedor, como el KONG, que, además de permitirle dar rienda suelta a su instinto de mordisquear, también podrás rellenar de golosinas o trozos de comida, algo que resulta muy entretenido para los perros. Además, una vez hayas introducido comida en su interior también puedes esconderlo en algún sitio y hacer que tu perro lo busque utilizando su olfato.

Como ves, aunque en un principio puedas sentirte abrumado al saber que tu perro ha perdido la vista, con un poco de paciencia, y siguiendo unas pautas, podréis hacer muchas cosas juntos, y tu perro puede tener una vida feliz y plena contigo.

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Declaración: si bien realizamos una minuciosa investigación para asegurarnos de que el contenido que ofrecemos es preciso y veraz, ten en cuenta que este artículo es meramente informativo, y en ningún caso se debe interpretar como diagnóstico o consejo veterinario. Asimismo te recomendamos que, en todo tema relacionado con la salud de tu peludo, consultes siempre con tu veterinario y confíes en su consejo.