Cómo cuidar las articulaciones de tu perro: 5 consejos prácticos
La artrosis o el dolor en articulaciones afecta su calidad de vida. ¡Evítalo!
Escrito por Elena Fernández
Artículo actualizado el 23/04/2024
¿Tu perro tiene unas articulaciones sanas y fuertes? ¿O quizá notas que le cuesta subir al sofá, se detiene mucho en los paseos o se levanta con dificultad por las mañanas? Quizá haya que echar un vistazo a su salud articular.
La salud articular canina depende de varios factores: una dieta equilibrada, ejercicio regular, peso saludable… Aunque la genética también tiene un papel importante, hay algunas cosas que puedes hacer para prevenir problemas y ayudar a tu perro a tener una excelente salud articular a largo plazo.
Aquí tienes algunos consejos para cuidar huesos y articulaciones, y ayudar a tu perro a que disfrute de una vida activa y feliz.
¿Cómo puedes saber si tu perro tiene problemas en las articulaciones?
Incluso los perros más jóvenes, más en forma y más ágiles pueden tener problemas óseos o articulares en algún momento de su vida. Es algo especialmente frecuente en razas grandes, más propensas a sufrir trastornos óseos del desarrollo y osteoartritis, que pueden acabar afectando a la calidad de vida de cualquier perro.
No siempre es fácil darse cuenta de que un perro está empezando a tener dolores en las articulaciones, sobre todo cuando los cambios son sutiles y progresivos. El perro va adaptándose a medida que se incrementan las molestias, por lo que puede ser realmente difícil de detectar. Pon atención a estas señales:
- A tu perro le cuesta terminar los paseos diarios, se para a menudo o incluso se tumba y se niega a continuar.
- Hace tiempo que no lo ves correr.
- Ladra, aúlla o llora sin que haya motivo aparente.
- No le gustan las escaleras, busca otras opciones. Cada vez sube menos al sofá o a la cama.
- Tiene rigidez, sobre todo al despertar. Hace un sobreesfuerzo para incorporarse.
Otra cosa es que lo veas cojear, con dificultades para apoyar una o varias patas, o compruebes que sus patas ceden, flojean o tiemblan en determinadas situaciones. En ese caso, está claro que ocurre algo.
Este tipo de síntomas pueden aparecer de pronto, a consecuencia de un traumatismo o después de un ejercicio excesivo. También pueden desarrollarse gradualmente, fruto de un desgaste (artrosis) o inflamación (artritis) de las articulaciones.
No pienses simplemente que tu perro se hace mayor y que son cosas de la edad. Si notas que tu perro tiene dolores o dificultades de movilidad, ha de ser tu veterinario el que diagnostique qué ocurre y ponga el tratamiento más adecuado en cada caso.
Pero antes de llegar ahí, hay algunas pautas que puedes tener en cuenta para paliar problemas y ayudar a tu perro a continuar teniendo la mejor calidad de vida.
Esto es lo que puedes hacer para cuidar las articulaciones de tu perro: 5 consejos
La artrosis es el problema de salud más común entre perros senior. También pueden sufrirla de jóvenes, pero la mayoría de los casos se dan en perros de más de cinco años.
El dolor se debe a que el cartílago que protege las articulaciones pierde calidad y se hace más fino. A medida que la dolencia avanza, el cartílago se desgasta hasta prácticamente desaparecer y deja el hueso expuesto. Cuando eso sucede, cualquier movimiento de la articulación causa dolor.
Esto es lo que puedes hacer para prevenir problemas articulares de tu perro:
1. Aliméntalo con comida de calidad
Lo mejor y más importante que puedes hacer por la salud general de tu perro es darle durante toda su vida comida con buenos ingredientes y nutricionalmente equilibrada. Evita preparados de baja calidad porque, con el tiempo, acabarán minando su salud y su bienestar.
Tu compañero peludo necesita proteínas de alto valor biológico, minerales, grasas, vitaminas… Apostar por esto es apostar por la salud a largo plazo.
2. Complementa la dieta con los suplementos adecuados
Los suplementos de calidad, con los nutrientes adecuados, son interesantes para favorecer la salud articular de los perros, especialmente aquellos muy activos y que tienen un alto gasto energético.
Los condroprotectores son suplementos alimenticios compuestos, entre otros elementos, por glucosamina, ácido hialurónico y sulfato de condroitina, ingredientes que favorecen la hidratación del cartílago y ayudan a mantenerlo sano por más tiempo.
No curan las patologías articulares, es importante tenerlo claro, pero son un apoyo para ralentizar su avance y mitigar los síntomas. De ahí que cada vez más personas, preocupadas por el bienestar de su peludo, acudan a los condroprotectores como alivio del dolor y la inflamación articular.
Los condroprotectores son un producto que se encuentra de forma natural en el organismo y, como tal, no producen efectos adversos. No se trata de un medicamento, por lo que no requiere receta, y a diferencia de otras terapias, puede administrarse durante periodos prolongados sin dañar el organismo.
Puede administrarse durante el crecimiento, a cachorros de razas con una alta incidencia de displasia de cadera (generalmente los de gran tamaño: pastores alemanes, pastores belgas, mastines, san bernardo, gran danés y otras), y también a perros mayores que ya han presentado algún tipo de molestia o problema articular.
3. Vigila el peso
Los perros con sobrepeso u obesidad son los más propensos a padecer dolores articulares, ya que someten sus huesos a un estrés mayor y les acaba pasando factura.
Mantener un peso dentro de los márgenes razonables es importante en cualquier caso, pero más aún si el animal presenta problemas en las articulaciones. Tratar de que vuelva a su peso óptimo será uno de los primeros consejos que te dé su veterinario.
4. Modera el ejercicio
Tu perro debe moverse a diario, pero no necesita que lo agotes hasta que no pueda más. Algunas personas, sobre todo aquellas que tienen perros muy activos o nerviosos, piensan que cuanto más ejercicio haga el animal, mejor. La idea de que a los perros “hay que cansarlos” puede ser un error grave.
El ejercicio ha de ser moderado y progresivo. Si el perro no se mueve en toda la semana, no es buena idea llevarlo a desfogar “a lo bestia” el domingo. Tiene que ponerse en forma poco a poco. Como tú, ¿no?
5. Visita al veterinario regularmente
No te saltes sus revisiones anuales. Esa visita es importante para comprobar el estado de salud general y detectar precozmente problemas que, pillados a tiempo, siempre tendrán mejor pronóstico que si ya están avanzados.
Además, tu veterinario puede indicarte cuáles son las prácticas más recomendables de prevención o incluso podéis valorar cambios de alimentación o de rutinas que lo favorezcan.
Por supuesto, si tienes la sospecha de que hay algo que no va bien, no lo alargues: pide cita enseguida.
Cuanto antes se inicie el tratamiento, más probabilidades tiene tu amigo peludo de mejorar o, al menos, tener los síntomas controlados y vivir feliz durante muchos años.
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Sobre la autora:
Elena Fernández
Loca de los gatos y de cualquier bicho viviente. De hecho, si pudiera tendría un zoo (de los éticos, claro). Me dedico a bucear en internet para encontrar trucos, productos y servicios para que humanos y animales convivamos felices.
Declaración: si bien realizamos una minuciosa investigación para asegurarnos de que el contenido que ofrecemos es preciso y veraz, ten en cuenta que este artículo es meramente informativo, y en ningún caso se debe interpretar como diagnóstico o consejo veterinario. Asimismo te recomendamos que, en todo tema relacionado con la salud de tu peludo, consultes siempre con tu veterinario y confíes en su consejo.