¿Por qué mi perro come caca? Causas de la coprofagia


Perro comiendo caca

Escrito por Elena Fernández

Si has visto que tu perro se come sus propios excrementos o los de otros perros, no te asustes. Es un comportamiento relativamente habitual. La coprofagia (así se llama al hábito de comer heces) puede aparecer hasta en el 15% de los perros en algún momento de sus vidas.

Aun así, no se considera un comportamiento normal o deseable y es recomendable abordarlo para evitar problemas de salud y bienestar.

Si no sabes cómo atajar esta costumbre y ves que se alarga en el tiempo, consulta con tu veterinario o con un entrenador canino para poner soluciones.

Las 5 principales causas de la coprofagia

¿Por qué? Es lo que se preguntan los tutores de perros cuando aparece este comportamiento. Estas suelen ser las causas:

  1. Instinto canino: en la naturaleza, los cachorros pueden ser estimulados a comer las heces de la madre para mantener su entorno limpio y prevenir la detección de depredadores por el olor. Este comportamiento puede persistir en la vida adulta en algunos perros.
  2. Deficiencias nutricionales: puede ser una señal de que su dieta no está proporcionando todos los nutrientes que necesitan.
  3. Atención: para algunos perros, cualquier atención es mejor que ninguna, por lo que pueden continuar con este comportamiento para llamar la atención de sus dueños.
  4. Aburrimiento o ansiedad: los comportamientos inusuales pueden indicar que tu perro necesita actividad o distracciones. A veces basta con aumentar su motivación con juguetes como estos
  5. Problemas médicos: como parásitos intestinales, problemas digestivos o enfermedades pancreáticas. 

Si tu perro está mostrando el comportamiento de comer heces, lo primero es descartar cualquier problema de salud subyacente.

A partir de ahí, trata de reconducir la situación con refuerzo positivo cuando su comportamiento sea adecuado e ignore las heces. Además, asegúrate de que su alimentación sea equilibrada y tenga el enriquecimiento ambiental que necesita. 

Ah, y paciencia. Las modificaciones de conducta llevan su tiempo. ¡Mucha suerte!

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Sobre la autora:

Elena Fernández

Loca de los gatos y de cualquier bicho viviente. De hecho, si pudiera tendría un zoo (de los éticos, claro). Me dedico a bucear en internet para encontrar trucos, productos y servicios para que humanos y animales convivamos felices.

Declaración: si bien realizamos una minuciosa investigación para asegurarnos de que el contenido que ofrecemos es preciso y veraz, ten en cuenta que este artículo es meramente informativo, y en ningún caso se debe interpretar como diagnóstico o consejo veterinario. Asimismo te recomendamos que, en todo tema relacionado con la salud de tu peludo, consultes siempre con tu veterinario y confíes en su consejo.