Cómo escoger el mejor collar para tu perro

Cuando decides compartir tu vida con un perro hay algo que debes tener muy claro: todos los días vais a tener que daros varios paseos juntos; no importa si hace un sol radiante, o si por el contrario está lloviendo a cántaros, o incluso nevando, tu amigo peludo necesita salir a la calle y tú tendrás que acompañarlo, y para ello vas a necesitar tener el material de paseo adecuado: una buena correa y un collar o un arnés.

Si bien cada vez son más los profesionales de la educación canina que recomiendan el uso del arnés sobre el collar, este último sigue siendo más popular entre los usuarios. Entonces… ¿qué es mejor, collar o arnés? Intentaré responder a esa pregunta en el siguiente apartado.

¿Collar o arnés? ¿Qué es mejor para tu perro?

Éste es el eterno debate entre quienes compartimos nuestra vida con un perro. ¿Qué es más conveniente para nuestros amigos caninos? Existe la creencia popular de que los perros tienden más a tirar cuando llevan un arnés que cuando llevan un collar, pero la mayoría de los educadores caninos actuales no están en absoluto de acuerdo con esta afirmación.

Los perros tiran porque quieren llegar a un olor que les atrae, porque quieren llegar al parque, porque han visto a un perro amigo y quieren ir corriendo hacia él… pero esto van a hacerlo independientemente de que lleven puesto un collar o un arnés.

Lo cierto es que, en mi opinión, los collares son sólo una opción cuando tienes un perro que sabe pasear correctamente, sin dar tirones repentinos. Debemos tener en cuenta que la zona del cuello de nuestros peludos es muy delicada… tanto como la nuestra.

“A pesar de la creencia popular, tu perro no va a tirar más si le pones un arnés: los perros tiran porque quieren llegar a algún sitio, independientemente de si llevan arnés o collar.”

Un collar mal utilizado en un perro que tira puede causarle daños incluso graves: desde problemas en las cervicales, hasta daños en la faringe o las cuerdas vocales, e incluso en los ojos, debido a la presión intraocular que puede causarles un collar.

No obstante, si tu perro es tranquilo y sabe pasear bien, no hay problema en utilizar un collar. También es posible que quieras uno aunque tu peludo pasee con arnés, simplemente porque te gusta como le queda, o porque te sirve para ponerle una placa identificativa. Sea cual sea tu caso, a lo largo del post te hemos mostrado una serie de collares de diferentes tipos, con el objetivo de ayudarte a encontrar el ideal para tu perrete.

Entonces… ¿son realmente perjudiciales los collares para perros?

Como te decía unas líneas más arriba, pueden serlo si se les da un mal uso. Veamos algunos de los daños que puede causar un collar mal utilizado en tu peludo:

• Daños musculares: Hay quien cree que los perros no se hacen daño en el cuello al tirar con un collar puesto, o al recibir tirones nuestros para corregirles; sin embargo esto no es así: al fin y al cabo su anatomía y la nuestra no es tan diferente, y la zona del cuello es muy delicada. Un perro que tira de la correa habitualmente, o al que se le dan tirones bruscos, puede padecer dolor muscular, contracturas y contusiones.
  
  
• Daños en las vértebras: Una tensión constante infligida por un collar puede causar movimientos no naturales de las vértebras cervicales del perro, acelerando su degeneración y pudiendo causarles hernias discales y osteoartritis en la columna.
  
  
• Daños en las arterias y venas: Una presión excesiva en las venas de la zona del cuello puede subir la presión sanguínea del cerebro, y también la presión intraocular, lo cual puede acabar por comprometer el riego cerebral y causar glaucoma.
  
  
• Daños en la tráquea: Los anillos de cartílago que protegen la tráquea pueden acabar por perder su curvatura o incluso romperse, causando problemas respiratorios.
  
  
• Daños en la laringe y el esófago: Pueden causar dificultades al tragar, atragantamientos y dolor.
  
  
• Daños en el tiroides: Un collar en continua tensión puede causar hipotiroidismo en los perros.

“Si tu perro tiende a tirar de la correa, utilizar un collar no es recomendable, ya que podría causarle daños que, en algunos casos, pueden llegar a resultar bastante serios.”

Con todo, esto no quiere decir que no puedas comprarle un collar a tu perro: si tanto tu peludo como tú sabéis pasear correctamente juntos (es decir, él no tira constantemente de ti y tú tampoco de él, porque no olvidemos que esto es cosa de dos), no debería haber problema.

Pero no compres un collar si tu perro tira mucho pensando que con él aprenderá a pasear correctamente mejor que con un arnés: lo más probable es que no soluciones el problema y que, además, crees uno nuevo.

Cómo elegir el collar más adecuado para mi perro

Procura elegir un collar que sea lo más cómodo posible para tu perro. Lo más habitual es que estén fabricados de nylon o de cuero, dos materiales que son resistentes y suaves.

Un buen collar de cuero para perros puede durarte mucho, y con el uso irá suavizándose cada vez más y adaptándose a tu perro, por lo que se encontrará cómodo con él; sin embargo suelen ser más caros que los de nylon y menos resistentes al agua y la humedad. Tampoco podrás lavarlos en la lavadora, cosa que sí es posible con los collares de nylon.

Otra buena opción es hacerse con un collar de neopreno, un material que es muy resistente e impermeable, con lo que se limpia y se seca muy fácilmente. Sea cual sea el material que elijas, procura que el collar sea acolchado y suave, sobre todo por su parte interna, que es la que estará en contacto con la piel de tu perro. También es conveniente que no sea demasiado estrecho.

“Elige un collar fabricado con un material suave y acolchado, no demasiado estrecho, y pónselo a tu perro de modo que no le quede demasiado flojo ni demasiado apretado.”

Puedes encontrar collares que se cierran mediante una hebilla, y otros que se cierran mediante un enganche de plástico o de metal. Estos últimos tienen la ventaja de que son más rápidos de poner y quitar. Generalmente, todos los collares son ajustables, independientemente del método de cierre que tengan. A la hora de comprar uno, mide cuidadosamente el contorno de cuello de tu perro, y fíjate muy bien en las indicaciones de las tallas, ya que suelen especificar el intervalo de contorno de cuello para el que son adecuadas.

Asimismo, al ponerle el collar a tu peludo, ten cuidado de que no le quede ni demasiado apretado ni demasiado flojo: lo ideal es que, una vez ajustado, puedas meter un dedo entre el collar y su cuello. Si el collar estuviera demasiado apretado sería muy incómodo para tu peludo, y podría causarle daños; sin embargo, si se lo dejas demasiado flojo podría quitárselo por la cabeza.

Collares que NO recomendamos en ningún caso

Hay algunos tipos de collares que se han utilizado tradicionalmente para adiestrar a los perros enseñándoles a pasear sin tirones, pero en realidad se trata de collares que no son nada aconsejables para nuestros perros, puesto que se basan en el castigo para educarles, causándoles molestias, o incluso dolor. Veámoslos.

Collares Martingale o de semi-ahorque para perros

Los collares Martingale se componen de dos partes, una fija, que termina en dos argollas, y otra movible, que es donde se engancha en la correa. Si el perro tira, el collar se estrecha, apretándole el cuello. Se trata de unos collares muy utilizados con galgos, debido a la peculiar anatomía de estos animales, ya que tienen la cabeza muy estrecha en proporción al cuello, por lo que, si llevan un collar normal y reculan, puede salírseles.

“Los collares Martingale son muy populares y atractivos, pero no dejan de ser collares basados en un sistema de ahorque, por lo que no resultan recomendables.”

Lo malo es que se trata de un collar que ejerce más presión en el cuello de los perros que los collares normales, ya que se basan en un sistema de ahorque, que hace que se apriete si el perro tira, por lo que los efectos negativos que tienen los collares tradicionales, sobre todo en perros que suelen tirar, se acentúan. Más información sobre los collares Martingale para galgos.

Si tienes un galgo que es tranquilo y no tira y quieres usar un collar, es mejor que te decantes por un collar de cuero que esté especialmente diseñado para esta raza tan especial. Si, en cambio, tu galgo es de los que tiran, o si tienes miedo de que pueda sacarse el collar, lo mejor que puedes hacer es optar por un arnés de tres puntos, o uno que haya sido diseñado pensando en la anatomía de estos elegantes perros.

Collares de cabeza tipo «Halti»

Los collares de cabeza para perros, como el popular Halti, están inspirados en los ronzales de los caballos, y su objetivo es que el perro no tire al pasear con correa. Este tipo de collares se colocan rodeando el hocico del perro, y llevan una pieza de nylon que se desliza si tira, apretándole, e impidiéndole abrir la boca.

Esto por sí solo ya sería bastante molesto para el perro, ya que la zona del hocico es muy sensible; pero es que, además de esto, si tu compañero canino da un tirón llevando un collar de cabeza, su cuello girará bruscamente, lo que puede llegar a causarle lesiones en las cervicales y los músculos del cuello.

Para terminar, los collares tipo Halti evitan que el perro se pueda comunicar correctamente con otros perros, puesto que en la comunicación canina se utilizan mucho los movimientos de cabeza, y este tipo de collar limita mucho la manera en que el perro mueve la cabeza, lo que puede llegar a provocar malos entendidos con otros perros, siendo esto algo que podría desencadenar reacciones indeseadas, incluso agresivas.

“Los collares de cabeza, como el Halti, resultan muy incómodos para los perros, y pueden llegar a causarles lesiones en las cervicales y los músculos del cuello.”

Por todos estos motivos, en MascotaPro desaconsejamos el uso de los collares de cabeza tipo Halti. Si tu perro tiende a tirar de la correa y buscas un material de paseo que pueda ayudarte a enseñarle a pasear correctamente, es preferible que te decantes por el arnés anti-tirones Halti, en compañía de la correa Halti HTL4, que deberás enganchar en las dos argollas del arnés, una en el pecho del perro y la otra en los hombros.

Si el problema persiste, lo más aconsejables es que contactes con un buen educador canino o etólogo, que te aconsejará sobre cómo puedes trabajar con tu perro correctamente para poder solucionar este problema.

Collares de ahorque o estrangulamiento para perros

Pueden ser de nylon o metálicos. Llevan una argolla en un extremo, de modo que al colocárselo al perro, se forma una especie de lazo. Así, cuando el perro tira, el lazo se aprieta, ahogándole. La idea es que, al ver que se ahoga, el perro dejará de tirar, pero la realidad es que, en muchos casos, el perro no relaciona su asfixia con el hecho de que está tirando, y seguirá tirando…

De hecho, conozco un caso en que el perro llegó a desmayarse: ni qué decir tiene que su compañera humana no volvió a utilizar el collar con él nunca más, del susto que se llevó.

Y es que este tipo de collares pueden causar mucho daño al perro: todos los que puede causar un collar cualquiera, que te he contado más arriba, pero multiplicados, de modo que hay que tener mucho cuidado con ellos.

Collares de púas para perros

Vienen a ser una versión aún más sádica de los collares de ahorque que veíamos en el punto anterior. Generalmente está fabricados de metal y se componen de una cadena que tiene púas o pinchos por la parte que está en contacto con el cuello del perro.

La idea es que, si el perro tira, el collar se cierra, apretando el cuello del perro, al tiempo que las púas se le clavan, algo que, en teoría haría que el perro dejara de tirar, al sentir dolor. Sin embargo, ya sabemos que algunos perros son muy tercos, y siguen tirando incluso aunque se hagan daño, por lo que acaban por hacerse heridas, a veces bastante graves, al clavársele las púas.

“Los collares de púas pueden causar heridas y lesiones graves a los perros. Su uso, de hecho, ya está prohibido en algunas Comunidades Autónomas de España.”

Alguna gente les pone estos collares a sus perros, pero colocándoselos de tal modo que las púas quedan hacia el exterior. Esto es una irresponsabilidad, ya que de este modo pueden hacerles daño a otros perros, si juegan con el que lleva el collar, o incluso a alguna persona, si el perro pasa muy cerca de ella y la roza con los pinchos.

Qué quieres que te diga, yo siempre que veo a un perro con un collar de estos, me parece que lleva puesto un aparato de tortura. Personalmente, jamás le pondría uno a mi perro, y por supuesto desaconsejo encarecidamente el uso de los collares de púas. Por fortuna, este tipo de collares están ya prohibidos en varios países, y en España ya hay algunas Comunidades Autónomas, como Cataluña y Madrid, que están empezando a prohibir su uso y comercialización. Esperemos que pronto llegue el día en que desaparezcan por completo.

Pero entonces… ¿Qué hago si mi perro tira de la correa?

Hay métodos más amables para enseñar a un peludo a pasear sin tirar que utilizar un collar de castigo para perros como los que te describía en el punto anterior. Una posibilidad sería utilizar un arnés antitirones, que lleve dos enganches: uno en la zona del pecho y otra en la espalda.

Para más efectividad, puedes acompañarlo de una correa especial como la correa Halti HTL4, que cuenta con dos mosquetones, uno de los cuales se engancha a la anilla del pecho y otro al de la espalda.

“Si quieres enseñar a tu perro a pasear sin tirar, los arneses anti-tirones son una opción más amable que los collares.”

Por supuesto, tienes que tener muy claro que absolutamente ningún método es mágico: utilices el sistema que utilices, vas a tener que ser constante y armarte de paciencia si quieres enseñar a tu perro a pasear sin tirar. Si ni aún así lo consigues, la mejor opción es que contactes con un buen educador canino de tu zona.

Collares especiales para perros

Si bien el uso principal de los collares para perros es el de servir para poder enganchar la correa, hay también collares especiales en el mercado, cuyos usos son otros. Es el caso de los collares anti estrés de feromonas para perros, que pueden venirte muy bien si tu peludo tiene problemas de estrés o ansiedad. Se trata de unos collares que emiten feromonas como las que segregan las perras en período de lactancia para apaciguar a sus cachorros. El uso de este tipo de collares puede servirte para que tu perro se sienta más relajado y seguro en ciertas situaciones.

Otro tipo de collares especiales son los collares con iluminación LED para perros, que pueden serte muy útiles para poder ver en todo momento dónde está tu peludo cuando ya ha oscurecido.

Para terminar, también podemos encontrar con dispositivos GPS que pueden acoplarse a un collar normal, y que harán que tu perro siempre esté localizable, esté donde esté.

FAQ: preguntas más frecuentes sobre los collares para perros

¿Qué anchura debería tener un collar para perros?

La anchura del collar determinará la superficie del área de presión que tu perro sentirá si tira de la correa: cuanto mayor sea esta anchura, mayor será el área de la superficie, de modo que la presión estará repartida de manera más proporcional, y esto hará que tu perro se sienta más cómodo durante los paseos.

Sin embargo, debes tener en cuenta que los collares anchos pueden resultarles incómodos a los perros durante la hora del descanso, de modo que, si te decides por un collar ancho, es recomendable que sólo se lo pongas para salir a la calle.

¿Son mejores los collares que los arneses para enseñar a un perro a pasear sin tirones?

A pesar de que la creencia popular es que los perros tiran más cuando llevan un arnés, en realidad esto no es así: los perros tiran, simplemente, porque quieren llegar a algún sitio, y van a hacerlo independientemente de que lleven un collar o un arnés. Por este motivo, el uso de un collar sólo sería recomendable para perros que pasean correctamente, sin tirones.

En caso de que tu perro sea de los que tiran mucho, en realidad es mejor recurrir a un arnés anti-tirones y, si el problema no se soluciona, a la ayuda de un buen educador canino, que podrá darte unas pautas a seguir.

¿Son recomendables los collares Martingale para los galgos?

No. En ningún caso. Es cierto que los galgos son perros con una anatomía muy especial, con una cabeza muy estrecha, que hace que, si tira hacia atrás, el collar pueda salírsele. Los collares Martingale solucionan este problema estrechándose si el perro tira, por lo que ejercen una presión continua sobre su cuello, que puede acabar por ser muy perjudicial.

Si tienes un galgo, lo aconsejable es optar por un collar ancho de cuero o, si es de los que tiran, un arnés especial de tres puntos, diseñado para perros con esta especial anatomía.

¿Cuál es el mejor material para un collar para perros?

Lo mejor es optar por los collares de nylon o de cuero, aunque también hay modelos de neopreno que resultan muy prácticos. Se trata de materiales resistentes, y cómodos para los perros. Los collares metálicos, sin embargo, no son recomendables, ya que resultan muy incómodos para nuestros peludos.

¿Puede dormir mi perro con el collar puesto?

Si bien no va a pasar nada porque tu perro duerma de vez en cuando con su collar puesto, lo cierto es que es recomendable quitárselo durante la noche, para que la piel que hay bajo el collar tenga oportunidad de airearse, y no desarrolle problemas dermatológicos. Además, seguramente tu peludo dormirá más a gusto sin llevar su collar puesto.

¿Cómo saber si el collar de mi perro está demasiado apretado?

El collar de tu perro no debería quedarle demasiado flojo, ya que entonces podría salírsele por la cabeza si tirara hacia atrás. Sin embargo, es importante que tampoco le queda demasiado apretado, ya que entonces le resultaría muy incómodo, e incluso doloroso. La regla general para saber que el collar de tu perro está ajustado de forma óptima es que seas capaz de meter dos dedos entre el collar y la piel de tu perro.

¡Y hasta aquí nuestro repaso por los mejores collares para perros que puedes encontrar en el mercado! Espero haberte sido de ayuda para elegir el collar ideal para tu peludo y para ti.

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